jueves, 29 de noviembre de 2012


 
“ORDENA TU CASA”
SERMÓN PREDICADO POR EL HERMANO MARCELO VARELA

Hermanos amados, si hay algo que es cierto y que la palabra de Dios afirma en sus escritos, es que cada uno de nosotros, sin importar quien seas, sin importar de donde vengas ni que trasfondo hayas traído desde siempre, todos, sin distinción alguna, deberemos mirar al Señor y dar cuenta de lo que habremos hechos en nuestros días mientras permanecimos en esta tierra. No importa que denominación tienes, no importa si crees o no, no importa quienes hayan sido tus padres, deberás mirar cara a cara al Señor para rendir cuentas delante de él. (Romanos 14:12)

Por lo tanto ¿Qué es el presente si no un regalo de parte de Dios para nosotros? ¿Qué es el presente si no un breve periodo de tiempo, como la neblina, que se disuelve, por lo tanto debe ser aprovechado al máximo antes que se desvanezca? ¿No es cada día una muestra de misericordia por parte de Dios al darnos otro día más de vida, donde podemos glorificarle y honrarle?

Por esta razón, la pregunta a realizarse, no debe ser ¿Qué le diré al Señor cuando ese día llegue? Si no que debo preguntarme ¿Qué estoy haciendo hoy para el día de mañana? Ninguno de nosotros sabe el día en que deberemos partir, ninguno sabe la fecha y la hora exacta de su muerte, por lo tanto cada día puede ser el último.

(2 Reyes 20:1)

El rey Ezequías, nos dice la palabra de Dios, fue un rey justo ante los ojos de Jehová, El Rey Ezequías fue el decimotercero rey de Judá y fue un buen rey en los ojos de Dios. Ezequías fue un rey temeroso de Dios, era integro, obediente y con autoridad. Restauró el servicio a la casa de Jehová, elimino la idolatría de sus padres y restauró la relación del pueblo con Dios. (2 Reyes 18:1-8)

Un hombre recto y con un testimonio intachable, sin embargo a mi me llama muchísimo la atención, de que Dios le dice a este rey, por medio del profeta Isaías “ORDENA TU CASA, PORQUE MORIRÁS”

Aún cuando le concedió Dios 15 años más de vida, ¿Qué habrá sido de la vida de Ezequías sabiendo el día y la hora exacta de su muerte? Es una de las preguntas que surgen al leer este texto, sin embargo existe otra pregunta aún más interesante ¿Qué sería aquello que Ezequías necesitaba ordenar? Porque lo vemos recto, temeroso de Jehová y celoso de la santidad y el templo de Dios. ¿Qué necesitará cambiar, que necesitará ordenar Ezequías? Porque si Dios le dice “ORDENA TU CASA” es porque hay algo desordenado en la vida de este rey justo.

 Encontré en la web, un artículo sobre el libro de una escritora medianamente reconocida “Bronnie Ware” El cual hace referencias o comentarios sobre el libro publicado llamado “LOS 5 ARREPENTIMIENTOS ANTES DE MORIR” Que trata  las 5 razones antes de morir, por las cuales se arrepiente una persona” Cosas inconclusas, casas desordenadas que no alcanzaron a ser puestas en orden y que en el último respiro de sus vidas, les duele en el corazón haber dejado la casa desordenada.

Estas son las 5 cosas más repetidas:

A. Ojalá hubiera tenido el coraje de hacer lo que realmente quería hacer y no lo que los otros esperaban que hiciera

B. Ojalá no hubiera trabajado tanto', porque eso, decían, los había hecho perder el equilibrio y como resultado habían perdido muchas cosas en su vida".

C. Hubieran deseado tener el coraje de expresar sus sentimientos

D. No haber vuelto a tener contacto con viejos amigos.

E. Hubieran deseado ser más felices".

 Sigamos estudiando al rey Ezequías:

Ezequías significa “Jehová es mi fuerza” y fue padre de Manasés quien posteriormente fue rey también de Judá. Sin embargo, su hijo no anduvo en los caminos de su padre. Manasés permitió la invocación a los muertos, la idolatría asiria y sacrificios de niños para los ídolos y aquí Ezequías ya tiene algo que ordenar en su casa

Quizás, trabajó mucho y cuando el Señor le dijo ORDENA TU CASA PORQUE MORIRÁS, se dio cuenta de que ya era muy tarde para recuperar el tiempo. No lo sabemos, sin embargo nos damos cuenta de que a pesar de lo justo que podía ser Ezequías y de lo buen rey que era, TENÍA, NECESITABA ORDENAR SU CASA

Y si este justo rey, de buen testimonio, fiel a Dios y capaz de decirle “he andado delante de ti en verdad y con Corazón íntegro, y que he hecho lo bueno ante tus ojos” (2 Reyes 20:3) necesitaba ordenar su casa, ¿Cuánto más nosotros amados hermanos? Si este hombre y rey que “hizo lo recto ante los ojos de Jehovah, conforme a todas las cosas que Había hecho su padre David” (2 Reyes 18:4) necesitó 15 años más para ordenar su casa y no sabemos si finalmente lo logró ¿Cuánto más nosotros necesitaremos ordenar nuestras humildes moradas? ¿Cuan grande es el orden y la limpieza que nuestras humildes chozas necesitan?

Ahora, he clasificado según mi experiencia, los diferentes tipos de desordenes o de desordenados y los veremos a continuación;

EXISTEN LOS ACUMULADORES:

Son personas que acumulan y acumulan cosas, donde el 95% son recuerdos de eventos pasados que marcaron sus vidas y la mayoría de esas cosas, no les sirven para nada, sin embargo las van acumulando en sus casas y quizás al principio puede ser algo inocente, pero a la larga, su casa puede terminar siendo un desastre.

POR OTRO LADO ESTÁN TAMBIÉN LOS DESINTERESADOS

Ellos dejan todo tirado, no les interesa nada ni nadie, llegan a la casa y dejan sus cosas desparramadas por el living y las diferentes partes de su hogar. A estas personas, por lo general, como no les interesa el orden, hay que hacerles las piezas y constantemente ayudarles en el orden,  porque si no puede permanecer el desorden así durante mucho tiempo.

FINALMENTE EXISTEN LOS REPARTIDORES

Suelen ser personas que trabajan, que pasan el día bastante ocupadas, por lo general, sus herramientas de trabajo van quedando en diferentes partes de la casa y es muy común que se les pierdan las cosas y no se acuerden donde las dejaron. Su frase típica es: “Donde me dejaron tal cosa” y es experto para culpar a los demás por su propio desorden. Pero la verdad es que tiene tantas cosas en la cabeza, está tan ocupado u ocupada, que simplemente se le olvida donde deja las cosas.

Estoy casi seguro, en un 90% que todos nosotros estamos en alguno de estos tres tipos de desordenados. Incluso puede que tenga un poco de cada uno y puede ir estrechamente relacionado con su estado de ánimo o temperamento y puede ser hasta chistoso clasificarlos, sin embargo no es un chiste.

No es un chiste acumular y acumular recuerdos buenos y malos hasta llenar nuestra casa de basura que no sirve para nada, no dando espacio a lo bueno que el Señor quiera depositar en nosotros. No es un chiste ser un acumulador, porque la mayoría de ellos están amargados y no pueden avanzar en su vida espiritual familiar y conyugal porque viven de lo que le pasó anteriormente. Si no dicen: “Antes las cosas eran mejores” están diciendo “No puedo porque a mi me paso tal y tal cosa” llenos de trabas, de traumas y problemas que no les deja crecer, no es un chiste, ORDENA TU CASA.

No es un chiste tampoco ser un desinteresado, no puede darte lo mismo los demás, no puede darte todo lo mismo ni esperar que cada cierto tiempo alguien venga a ayudarte a establecer un orden mínimo en tu vida, no puede darte lo mismo si tu desorden daña a alguien mas o no, no puedes seguir siendo desinteresado comenzando algo y dejándolo todo a medias. Debes terminar lo que empiezas y dejar cada cosa en su lugar. ORDENA TU CASA.

 Y claramente no es un chiste ser un repartidor, ocupado todo el día, sin tiempo para nada, sin tiempo para tus hijos, sin tiempo para tu esposa, sin tiempo para ti mismo, llegará el momento si es que no ha  llegado ya, en que preguntarás “Donde me dejaron a mi hijo” “Donde me dejaron a mi familia” “Donde me dejaron a mi esposa” y le echarás la culpa a los demás, sin embargo la culpa es tuya, porque tienes tantas cosas en la cabeza, estás tan ocupada u ocupado que no te queda tiempo ORDENA TU CASA.

Que asertivo es Dios al decirnos ORDENA TU CASA.

 CONCLUSIONES: (Mateo 25:13)

¿Qué necesitas ordenar? ¿Quizás los dormitorios de tu conciencia? ¿La cocina de tus pensamientos, el living de tu corazón? ¿Qué necesitas poner en orden?

ORDENA TU CASA: Ordena tu vida

ORDENA TU CASA: Ordena tu familia (roles que corresponden)

ORDENA TU CASA: Aprovecha el tiempo para que tu casa no quede desordenada (con cosas pendientes)

PORQUE MORIRÁS: Una advertencia (llegarás ante Dios a dar cuentas) (El tiempo que resta es corto, necesitas un Salvador)

ABOGADO ¡NECESITO UN ABOGADO!


¡ABOGADO! ¡NECESITO

UN ABOGADO!

 

SERMÓN PREDICADO POR EL PASTOR FERNANDO ESCOBAR

IGLESIA BÍBLICA BAUTISTA DE CHILLÁN

 

 (Salmos 88:9-14)

 

La biblia declara que todos compareceremos ante un tribunal “…después de esto, el juicio” (Hebreos 9:27), queramos o no, lo esperemos o no, creamos o no, seremos puestos ante los ojos de Dios, el Juez justo que nos juzgará según sus santos preceptos. (1 Pedro 4:17) (2 Corintios 5:10)

 
El problema con ser juzgados y presentarnos ante el juez, es que la biblia nos declara a cada uno de nosotros CULPABLES (Romanos 3:10 – Romanos 3:23).

 
Adicional a esto, tenemos un fiscal que nos acusa constantemente ante el juez y declara cada una de nuestras fallas, cada uno de nuestros errores, cada vez que insultamos el nombre de Dios, él se encarga de hacérselo saber. (Apocalipsis 12:10) (Job 1:7-11)

 
La condena, es el Abadón, es el lugar de destrucción, el seol, el infierno eterno que no dará descanso al alma atribulada, si no que provocará sufrimiento constante y eterno a cada pecador que haya recibido tal condena ante el Juez justo.

Sin embargo, a pesar de todas estas malas noticias, a pesar del juicio, del fiscal acusador, a pesar de nuestra culpabilidad, es que tenemos UN ABOGADO, así lo dice la biblia (1 Juan 2:1) (Romanos 8:34)

….abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. (1 Juan 2:1)

Sin embargo pasamos por problemas, somos atribulados, injustamente acusados, nuestros derechos son vulnerados, el malo se sale con la suya y nosotros estamos esperando a que Jesús haga algo para vengar nuestra afrenta, oramos, clamamos, esperamos… pero Jesús no dice nada. Algo similar le paso a los discípulos. (Mateo 8:23-26)

Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. (Mateo 8:26)

 
De la misma manera, el salmista reflexionó sobre esto. (Salmos 73:22-25)

 
Y fuera de ti nada deseo en la tierra….

 
Cuando llegue ese día, usted estará en la sala de espera, fuera de la sala del Juez, esperando su turno, mirará a otros muy nerviosos, y llegará su turno.

 
Entrará y no verá a nadie sonreír, descubrirá cuan serio era este asunto, quizás de reojo mirará la expresión de odio en la cara del fiscal.

 
El fiscal comenzará con los cargos, dirá uno a uno aquellos pecados de los cuales usted es consiente ahora, de seguro que también hablará de aquellos pecados por yerro,  entonces usted querrá saltar de su asiento para decir algo como: No eso no te lo aguanto, que bajo, que mala persona, como me acusas de eso, nunca fue mi intención, no pensé que hacía daño, es una trampa…. Mirará a su abogado como para decirle con la mirada:” Pero dí algo  no te quedes callado, protesta… mas él no dirá nada…

 
Terminada la presentación de los cargos del fiscal, estará abatido(a) sobre el asiento, destruido.

 
Se levantará tu abogado, se acercará al estrado del Juez y le  dirá: “Buenos días papá”, te dará confianza, luego tu abogado dirá: “respecto de las acusaciones que ha hecho Satanás, respecto de mi defendido, debo decir que todas y cada una de ellas son absolutamente verdaderas; y es más, mi defendido por ser culpable de esos hechos de que se le acusan, merece la muerte eterna en el infierno”…

 
Luego el Juez levantará el martillo para dictar sentencia… y tu abogado dirá: pero… yo ya pague por todos y cada uno de ellos en la cruz del calvario, lo he comprado por precio de sangre y me pertenece.

 
Caerá el martillo sobre la mesa, y el Juez dirá: este tribunal declara al acusado: culpable y justificado, y se le concede la vida eterna en el Cielo.

 

 ¡¡Ahí está mi abogado!!

 
Unos turistas caminaban por un campo en pleno verano, había mucha hierba seca y arbustos a su alrededor, de pronto se levanta una brisa desde sus espaldas y cuando miran hacia atrás logran ver mucho humo levantándose distante unos pocos kilómetros más atrás, el fuego avanza rápidamente hacia ellos, y por más que se apresuren, les alcanzará, de pronto uno de ellos decide que deben provocar un incendio en un claro donde solo hay hierba seca, y queman un radio de 200 metros, controlando el fuego, y deciden esperar el incendio forestal en medio del terreno que recién han quemado.

 
Una niña que los acompañaba se queja muy asustada de que teme morir quemada en ese incendio, su papá le explica que el quedar en medio del terreno ya quemado les protegerá del fuego, y añade:”Hijita, esto es como nuestra salvación en Jesucristo, esperamos confiadamente en el sacrificio de nuestro señor, cuyo cuerpo ya sufrió el castigo que nuestros actos merecían, el fuego del infierno no nos tocará en aquel día.

CONCLUSIÓN

¡Gloria a Dios por este abogado! ¡Abogado que no nos defendió con leyes ni alguna estrategica juridica, si que dio su vida, pago el nuestra sentencia! ¡Bendito abogado en quien tenemos confianza pues ya hemos sido justificados! y puedes venir a el, puedes confiar en el, puedes venir y ser perdonado una vez más ¡ESE ES MI ABOGADO! A sus pies quiero venir en busca del perdón eterno.