¡ABOGADO! ¡NECESITO
UN ABOGADO!
SERMÓN PREDICADO POR EL PASTOR
FERNANDO ESCOBAR
IGLESIA
BÍBLICA BAUTISTA DE CHILLÁN
(Salmos
88:9-14)
La biblia
declara que todos compareceremos ante un tribunal “…después de esto, el juicio”
(Hebreos 9:27), queramos o no, lo esperemos o no, creamos o no, seremos puestos
ante los ojos de Dios, el Juez justo que nos juzgará según sus santos
preceptos. (1 Pedro 4:17) (2 Corintios 5:10)
El
problema con ser juzgados y presentarnos ante el juez, es que la biblia nos
declara a cada uno de nosotros CULPABLES (Romanos 3:10 – Romanos 3:23).
Adicional
a esto, tenemos un fiscal que nos acusa constantemente ante el juez y declara
cada una de nuestras fallas, cada uno de nuestros errores, cada vez que
insultamos el nombre de Dios, él se encarga de hacérselo saber. (Apocalipsis
12:10) (Job 1:7-11)
La condena, es el Abadón, es el lugar de
destrucción, el seol, el infierno eterno que no dará descanso al alma
atribulada, si no que provocará sufrimiento constante y eterno a cada pecador
que haya recibido tal condena ante el Juez justo.
Sin embargo, a pesar de todas estas malas
noticias, a pesar del juicio, del fiscal acusador, a pesar de nuestra
culpabilidad, es que tenemos UN ABOGADO, así lo dice la biblia (1 Juan 2:1)
(Romanos 8:34)
….abogado tenemos para con el Padre,
a Jesucristo el justo. (1 Juan 2:1)
Sin embargo pasamos por problemas, somos
atribulados, injustamente acusados, nuestros derechos son vulnerados, el malo
se sale con la suya y nosotros estamos esperando a que Jesús haga algo para
vengar nuestra afrenta, oramos, clamamos, esperamos… pero Jesús no dice nada.
Algo similar le paso a los discípulos. (Mateo 8:23-26)
Él les dijo:
¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los
vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. (Mateo 8:26)
De la misma
manera, el salmista reflexionó sobre esto. (Salmos
73:22-25)
Y fuera de ti
nada deseo en la tierra….
Cuando
llegue ese día, usted estará en la sala de espera, fuera de la sala del Juez,
esperando su turno, mirará a otros muy nerviosos, y llegará su turno.
Entrará y no verá a nadie sonreír, descubrirá
cuan serio era este asunto, quizás de reojo mirará la expresión de odio en la
cara del fiscal.
El fiscal comenzará con los cargos, dirá uno a
uno aquellos pecados de los cuales usted es consiente ahora, de seguro que
también hablará de aquellos pecados por yerro,
entonces usted querrá saltar de su asiento para decir algo como: No eso
no te lo aguanto, que bajo, que mala persona, como me acusas de eso, nunca fue
mi intención, no pensé que hacía daño, es una trampa…. Mirará a su abogado como
para decirle con la mirada:” Pero dí algo
no te quedes callado, protesta… mas él no dirá nada…
Terminada la
presentación de los cargos del fiscal, estará abatido(a) sobre el asiento,
destruido.
Se levantará
tu abogado, se acercará al estrado del Juez y le dirá: “Buenos días papá”, te dará confianza,
luego tu abogado dirá: “respecto de las acusaciones que ha hecho Satanás,
respecto de mi defendido, debo decir que todas y cada una de ellas son
absolutamente verdaderas; y es más, mi defendido por ser culpable de esos
hechos de que se le acusan, merece la muerte eterna en el infierno”…
Luego el Juez levantará el martillo para
dictar sentencia… y tu abogado dirá: pero… yo ya pague por todos y cada uno de
ellos en la cruz del calvario, lo he comprado por precio de sangre y me
pertenece.
Caerá el
martillo sobre la mesa, y el Juez dirá: este tribunal declara al acusado:
culpable y justificado, y se le concede la vida eterna en el Cielo.
¡¡Ahí
está mi abogado!!
Unos
turistas caminaban por un campo en pleno verano, había mucha hierba seca y
arbustos a su alrededor, de pronto se levanta una brisa desde sus espaldas y
cuando miran hacia atrás logran ver mucho humo levantándose distante unos pocos
kilómetros más atrás, el fuego avanza rápidamente hacia ellos, y por más que se
apresuren, les alcanzará, de pronto uno de ellos decide que deben provocar un
incendio en un claro donde solo hay hierba seca, y queman un radio de 200
metros, controlando el fuego, y deciden esperar el incendio forestal en medio
del terreno que recién han quemado.
Una niña que
los acompañaba se queja muy asustada de que teme morir quemada en ese incendio,
su papá le explica que el quedar en medio del terreno ya quemado les protegerá
del fuego, y añade:”Hijita, esto es como nuestra salvación en Jesucristo,
esperamos confiadamente en el sacrificio de nuestro señor, cuyo cuerpo ya
sufrió el castigo que nuestros actos merecían, el fuego del infierno no nos
tocará en aquel día.
CONCLUSIÓN
¡Gloria a Dios por este abogado! ¡Abogado que no nos defendió con leyes ni alguna estrategica juridica, si que dio su vida, pago el nuestra sentencia! ¡Bendito abogado en quien tenemos confianza pues ya hemos sido justificados! y puedes venir a el, puedes confiar en el, puedes venir y ser perdonado una vez más ¡ESE ES MI ABOGADO! A sus pies quiero venir en busca del perdón eterno.
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